Nota publicada en la sección “La Ventana” del diario Página/12, en la edición del 29 de enero de 2014.
Juan Ignacio Revestido parte de los importantes pasos dados en la democratización de la comunicación, pero advierte que restan autorizaciones, reconocimientos y un plan técnico para cientos de radios y televisoras en manos del movimiento social.
Por Juan Ignacio Revestido *
La vida de los medios alternativos, populares y comunitarios ha estado históricamente al margen de la ley. Pero no por ser inherentemente ilegales sino porque el mismo Estado ha encontrado muchas maneras de “dialogar” con nosotros ubicándonos en lugares accesorios, dándole prioridad a la comunicación comercial.
Entre 1989 y 1993, el Estado asignó alrededor de 1400 permisos precarios y provisorios a radios FM de baja potencia, con la condición de presentarse a posteriores concursos públicos por licencias de radiodifusión. La mayoría de esas emisoras eran con fines de lucro, debido a que la ley vigente no permitía otro tipo de radios.
Tras varios intentos de normalización y llamados a concursos públicos truncados, recién en 2003 se declaró inconstitucional la condición comercial para los medios de comunicación, y dos años más tarde se modificó la ley 22.285 decretada durante la última dictadura. Al año siguiente se reconocieron 126 emisoras FM sin fines de lucro, de las cuales muy pocas lograron luego una licencia. Una vez más, la promesa era estar a la espera de concursos para licencias.
La llegada de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual auguraba un futuro más prometedor para los medios alternativos, populares y comunitarios, quienes compartirían con otros medios sin fines de lucro la reserva del 33 por cieno del espectro radioeléctrico. Pero luego de cuatro años de vigencia, su aplicación mantiene numerosas deudas con los grandes anuncios realizados durante los debates legislativos.
En este marco, debido a la incapacidad de convocar a concursos que respondan a las necesidades y realidades particulares de este tipo de medios, el Estado avanzó con una serie de autorizaciones precarias a canales de televisión analógica de baja potencia, entre ellos Barricada TV, Canal 5 de Almagro, que funciona en la fábrica recuperada IMPA.
Primero, en octubre de 2013, fueron 20 canales, de los cuales en su mayoría son pequeños medios comerciales. Luego, hacia fines de ese año, se registró la segunda tanda con 13 canales más. En total, suman 33 los canales de baja potencia autorizados que, entre otras cosas, podrán concursar por fondos de fomento nacionales e internacionales.
Si comenzamos a contar desde 1983, es la primera vez en 30 años y en toda la historia de la radiodifusión argentina que se autorizan canales de televisión sin fines de lucro, sumando el canal mapuche de Bariloche cuya frecuencia fue otorgada por adjudicación directa en el marco de la reserva para medios en manos de los pueblos originarios.
También es la primera vez que una medida de este tipo alcanza a un canal de televisión alternativo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sede de los cinco canales con mayor rating y concentración de la torta publicitaria a nivel nacional. En los ’90, el Canal 4 Utopía de Caballito nos señaló a muchos el camino.
Pero este logro no nos hace perder de vista nuestro horizonte. Llevamos 20 años recibiendo títulos que no son legales (como los permisos, las autorizaciones precarias o los reconocimientos), que no figuran en ninguna ley, sino que son inventos ad hoc para que seamos “problema” del gobierno que sigue. Por eso nuestra lucha no termina.
Hoy dimos un paso en la batalla por la democratización, pero restan autorizaciones y reconocimientos para cientos de radios y televisoras en manos del movimiento social, los trabajadores y el pueblo. Falta avanzar en el plan técnico de frecuencias, y en espacios en la televisión digital para todos los sectores.
Falta lograr concursos específicos para radios y canales alternativos, populares y comunitarios dentro de la categoría más amplia “sin fines de lucro”, de la misma manera que los micro y pequeños medios comerciales lograron un tratamiento diferenciado en la reglamentación de la ley audiovisual.
Luego de numerosas concentraciones en reclamo de nuestros derechos, realización de foros y actividades, celebramos este avance para la comunicación que se construye desde y con las organizaciones del campo popular. Y la mejor manera de hacerlo es movilizados hasta conquistar la verdadera legalización, a través de concursos específicos para nuestra realidad e historia, que nos permitan acceder a licencias, como dice la ley.
* Integrante de Barricada TV, Canal 5 de Almagro.
Ver la nota en http://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-238709-2014-01-29.html#formu_mail
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