La fábrica ubicada en la Ruta 200 en Merlo, que venía sufriendo un lock-out patronal, está siendo tomada por sus trabajadores desde el 3 de Agosto. Luego de un maltrato general por años, de no percibir sus haberes y de ver cómo despedían a sus compañeros, más de 60 trabajadores permanecen hoy en la planta ultimando detalles para volver a producir bajo su propia gestión.
Los trabajadores de la empresa Acoplados Petinari ubicada en el partido bonaerense de Merlo, destinada a la producción de acoplados, volquetes, carrocerías y semirremolques, mantienen desde febrero un conflicto con los dueños de la misma por un atraso salarial de 6 meses, aguinaldo y vacaciones.
El conflicto fue escalando desde mediados del año pasado, cuando los empleados utilizaron parte de su aguinaldo para mantener la fuente laboral, no se pagaron las vacaciones correspondientes ni tampoco la segunda quincena del mes de enero de 2015. Cuando los afectados iniciaron los reclamos pertinentes, la empresa comenzó a enviar telegramas de despido.
“Desde el 5 de febrero estuvimos 20 días adentro de la fábrica, el 20 de febrero quisimos salir a la calle, porque estamos sobre una ruta provincial (la 200). De ahí en más la empresa solo apareció en el Ministerio de Trabajo donde nunca hubo una propuesta digna de lo que nos merecíamos nosotros”, indicó Hernán, empleado de Petinari, en diálogo con Radio Sur FM 88.3.
El trabajador agregó: “Si vos le preguntás a la empresa te va a decir que por una quincena se armó todo este lío, pero por una quincena ninguna empresa va a tener a los trabajadores en la calle sin ninguna respuesta concreta”.
Dicha versión de los hechos es sostenida por la empresa en su página web, desde donde señalaban que todo se debe a una “mínima discrepancia salarial”, que llevó a que personal agremiado en el Sindicato de Mecánicos y Afines al Transporte Automotor (SMATA) iniciara un paro de actividades, continuara con “una violenta toma de las instalaciones”, luego desalojada por Policía Bonaerense y Gendarmería Nacional, para luego instalarse en el playón de la fábrica impidiendo la entrada a los demás trabajadores.
Luego de ser desalojados en marzo por orden de un juez, el conflicto continuó fuera de la fábrica, en la ruta provincial 200 y en el Ministerio de Trabajo, por medio de diversas audiencias, donde no se logró alcanzar un acuerdo.
En el mes de julio Petinari decidió despedir a 50 trabajadores identificados, según sostiene la versión empresarial, como los promotores del conflicto, quedando una planta de 38 empleados. Sin embargo la medida no logró efectivizarse ya que sus dueños no pudieron acceder al predio.
Ante esta situación se presentaron a concurso de acreedores. De acuerdo a lo sostenido por el propio trabajador metalmecánico desde Petinari intentaron presentarse a concurso porque “nosotros les habíamos inhibido los bienes, les metimos una medida cautelar, les pedimos la quiebra que no salió, pero una empresa que está cinco meses parada con el concurso nos hacen un favor a nosotros, se hace más largo pero termina quebrando igual porque te dicen que el 3% de lo producido va a ser utilizado para indemnizar y pagar a los compañeros activos”.
Si bien desde la empresa se aducía una baja en la producción y la comercialización que dificultaba cumplir con las obligaciones salariales, los trabajadores insisten en que eso es falso. “Acá está la línea de producción de bateas, de acoplados, de cajas chicas, era como que en un tiempo se hacían todo bateas, después todo acoplados y bateas no se hacía, después todo caja chica. Lo iban sacando como ellos querían para decir que esto no iba bien, pero en realidad el playón siempre estuvo lleno de camiones. Después nos enteramos por el sector administrativo que tenían compromisos con un montón de empresas con cantidad y cantidades de unidades de producción”, sostuvo Hernán.
La otra parte del conflicto es el SMATA. El sindicato de mecánicos también es criticado por su accionar y por el escaso interés en la defensa de los trabajadores. Para estos el SMATA, “de lo único que se preocupó en decirnos es que la empresa otros dos meses de paro no se aguantaba porque en el 2012 tuvimos un problema similar, estuvimos 45 días de paro, se nos pagó del primero al último día. Se fue a ver a (la ministrad de Industria) Debora Giorgi, a (el ministro de Trabajo) Carlos Tomada, a todo el mundo, y este año no se hizo nada. El SMATA solo se preocupó de buscar un inversor que quiera comprar la fábrica para seguir sus negocios ellos y nosotros a ver si nos podían mantener la fuente de laburo, como dicen”.
La situación llevó a los trabajadores, unos 200, a decidir la conformación de una cooperativa para sostener la fuente laboral. Ante esto se ocupó la fábrica por tiempo indefinido, esperando la orden del juez que dicte la expropiación.
Según la versión ofrecida desde la gerencia de la empresa, la cooperativa fue siempre el objetivo de fondo por parte de los trabajadores, que para ello “no han escatimado recursos en obtener oscuros respaldos políticos y turbios patrocinios legales, con los que aspiran alzarse con su apreciado botín”.
Sin embargo los trabajadores insisten: “Nosotros vamos a seguir acá, queremos resguardar la fuente de laburo, que no se roben nada, que no se lleven nada. Hay materia prima para empezar, hay para hacer reparaciones. Lo único que queremos hacer, y que es lo que sabemos hacer, es trabajar”.
*Las imágenes "Cortesía lavaca.org" pertenecen a la película "Las manos recuperadas".
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